Presentación:

« Las palabras con las que nombramos lo que somos, lo que hacemos, lo que pensamos, lo que percibimos o lo que sentimos son más que simplemente palabras. Y por eso las luchas por las palabras, por el significado y por el control de las palabras, por la imposición de ciertas palabras y por el silenciamiento o la desactivación de otras, son luchas en los que se juega algo más que simplemente palabras..»

Jorge Larrosa

miércoles, 27 de agosto de 2014

El hombre gato

“Con el correr de los días, por aquel 1984, la prensa y la voz de la gente comenzaron a llenarse de más y más argumentos. En ellos, lo que en un principio pareció ser una simple fechoría de un loco suelto, entró en el terreno del horror, cuando continuó atacando

S
e despertó bañado en sudor, sentía la lengua pegada al paladar, rugosa, demasiado rugosa. Un ruido agudo profundo taladraba como una broca incandescente su ya extenuado cerebro.
Habían pasado varias horas desde la mordida, aquel contacto violento con el felino que creyó arrollado en la calzada, y que de pronto agradeció su preocupación con una furtiva dentellada.
Se levantó de un salto, no recordaba haber tenido nunca esa agilidad, bebió la leche del ancho pico de la botella, a borbotones, tragaba  y se ahogaba con el líquido blanquecino que se derramaba por el suelo de la cocina.
De vuelta en la habitación, se acerco a la mujer que yacía en la cama, oliéndola bien de cerca, le mostró su presencia. Mordiéndole suavemente el cuello, le comunico sus intenciones. Ella respondió con una caricia en su espalda, ahora cubierta por un bello erizado más grueso y largo de lo normal.
Mientras jadeaba se rendía a las uñas que rasgaban ese fino pijama de seda, no podía resistirse, el placer que él le daba la volvían prisionera.

La amo con fuerza, pero dulcemente, hasta que cayó plenamente exhausta. Ahora la contemplaba desnuda, con esa nueva mirada de ojos brillantes y negras pupilas enclavadas en lo más profundo de la noche.

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