Presentación:

« Las palabras con las que nombramos lo que somos, lo que hacemos, lo que pensamos, lo que percibimos o lo que sentimos son más que simplemente palabras. Y por eso las luchas por las palabras, por el significado y por el control de las palabras, por la imposición de ciertas palabras y por el silenciamiento o la desactivación de otras, son luchas en los que se juega algo más que simplemente palabras..»

Jorge Larrosa

viernes, 26 de diciembre de 2014

Tragasables

E
l teatro, sin dudas,  un lugar de encuentro con las emociones, allí donde cualquier cuento adquiere sobre las tablas el valor de la actuación.
En la calle Corrientes, se daban cita las mejores compañías, y si bien en este caso no se sabía bien de que se trataba la obra, había recibido tan buenas críticas que esa razón bastaba para que una hora antes de la función, la gente se acomode en una hilera interminable.

La creciente ansiedad había llegado a su momento culmine, minutos antes del comienzo. El lugar estaba como hacía muchos años no se lo veía, de bote a bote, incluso podría decirse que en cuanto a los asientos, estaba algo sobrevendido.
Una luz tenue provenía del escenario, velada casi por completo por el pesado telón.
Los espectadores llamaban al comienzo del espectáculo con un sepulcral silencio, seguido por fuertes aplausos.
La banda musical empezaba sus retumbes, haciendo vibrar el ambiente.
De pronto el cortinaje se abría suavemente.
Todo estaba presto, el primer vistazo fue desolador, ya que cualquiera podía decir, nada,  en aquellas tablas no había nada.


Sin embargo, ese, nada, como se dijo era para cualquiera, pero no para un espectador con vista avezada, él podía seguir la luz buscadora de color blanco inmaculado, y allí en el centro, vestida de gala, observar a esa hormiga empezando su acto, ingiriendo el aquel primer alfiler.