Presentación:

« Las palabras con las que nombramos lo que somos, lo que hacemos, lo que pensamos, lo que percibimos o lo que sentimos son más que simplemente palabras. Y por eso las luchas por las palabras, por el significado y por el control de las palabras, por la imposición de ciertas palabras y por el silenciamiento o la desactivación de otras, son luchas en los que se juega algo más que simplemente palabras..»

Jorge Larrosa

martes, 28 de enero de 2014

Nueva vida. Capitulo 3: El trabajo

S
e había despedido de los anfitriones con la promesa de reencontrarse en la plaza de intercambio luego del trabajo, volvió a su casa y se dispuso a descansar, podía hacerlo sentado en su confortable estar. Con cuatro horas bastaría para recuperar su mente, si bien la simulación se desarrollaba en interacción continua, el descanso de su intelecto era indispensable para recomponer y afianzar las pseudos conexiones neuronales.
Se vio en medio de un infinito piso de mosaicos, llegando a un domo transparente, acerco su mano y de repente el domo sucumbió…No le extrañaba haber tenido un sueño, pero ahora que tenia plena conciencia, las preguntas comenzaron otra vez a brotar de su cabeza, ¿la simulación no era en si misma una especie de sueño? soñar dentro de un sueño, evidentemente era posible, el mismo lo había experimentado, pero ¿Cuántos niveles podían alcanzarse así?
En esta y otras cuestiones cavilaba, cuando sonó el timbre, se levanto a atender, abrió la puerta y allí encontró una hermosa mujer. Vestía unos jeans ajustados y una remera corta de color azul, que parecía reflejar el intenso color de su iris, su cabello ondulado atado apenas dejaba caer unos oscuros rizos sobre sus mejillas. Se presento con una voz amena y segura – Debes ser Juan José, yo soy Carla, tu enlace laboral, si estas de acuerdo, te voy a acompañar a la zona laboral, en el camino podemos charlar un poco, si te parece; y mientras le guiñaba un ojo, repregunto ¿Te importa si te digo Juanjo? El asintió a medias, solo su maestra de primer grado y su primer novia lo llamaron así.
Caminaban por la acera e iban saludando a gente que iba saliendo de sus casas y tomaba su misma dirección, el movimiento era continuo, pero nadie parecía apurado.

Ella le contó que hacia tres años que esta allí, y que hacia apenas unos meses había dejado su puesto en los puertos y trabajaba acompañando y asesorando a los recién llegados en la elección de su empleo.
-¿Si esta es una simulación hecha a medida, no debíamos pasarnos todo el tiempo disfrutando?, pregunto Juan. Ella no pudo resistir reírse. – ¿No esperaras pasarte de vago tus días hasta el infinito, no? -Nadie puede ser feliz sin ocuparse, sin ser útil para la comunidad, es por eso que el trabajo es parte de la felicidad, no te preocupes, te encontraremos algo que vaya con vos.
Entraron al gran edificio, frente a la plaza, pronto se encontraron en un hall enorme, al final del cual podía verse la entrada a los puertos.
Saludaron al joven que se encontraba en la mesa de entradas, se anunciaron y tomaron el ascensor, los pisos se sucedían vertiginosamente, hasta que se detuvo bruscamente en el piso 101.
Otro hall los recibió, pero este conectaba con lo que parecían infinitas oficinas, caminaron unos metros y entraron en una de ellas. Como todos los sitios que visitaba, la decoración era minimalista, solo había aquello totalmente necesario, en este caso tres sillas, un escritorio y una Terminal táctil sobre este ultimo. En una de las paredes había un cuadro de un cántaro que derramaba todos los colores.
Carla lo invito a tomar asiento, y siguió la conversación, - En que crees que te sentirías cómodo trabajando.- El respondió de inmediato, en algo de poca responsabilidad; en su vida anterior había sido director de un gran banco. –Algo, simple, continuo, - Pero en pueda ayudar a las otras personas.
Tomándose la barbilla, Carla contesto,- mmm, ¿Qué te parece trabajar en los puertos? Allí podrás conocer muchos lugares, viajar, conocer y ayudar gente.
-¿Qué función cumplen los puertos?, - Bueno, digamos que son el lugar de salida y de llegada desde aquí a cualquier sitio que los habitantes de la simulación quieran ir. – Vos tendrías que acompañarlos y asistirlos en sus viajes, serias una especie de guía para los contingentes, ¿te gusta?
No tuvo que pensarlo demasiado, era ese el lugar y el trabajo indicados, no solo podría ir donde todos iban, quizás podría ir a lugares a los que nadie se había atrevido, lugares que otros considerarían PROHIBIDOS.




2 comentarios:

  1. Bien Leo, la trama es buena, el suspenso crece capítulo a capítulo, vas muy bien. Esperamos más. Un abrazo

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