L
|
os puertos eran sin duda
el lugar mas transitado de la simulación, comunicaban con todos los lugares, y
decir todos no es una exageración.
Los habitantes tenían
libre transito a los lugares simulados que quisieran, algunos preferían la
ciudad, otros el campo, la playa, y hasta una base en la luna, eran parte de
los destinos mas concurridos.
El trámite para viajar no
era nada engorroso, solo debía presentarse en la mesa de admisión y seleccionar
el destino, momentos después junto al operador de enlace salía de uno de los
andenes al lugar deseado, el operador era responsable de acompañarlo hasta el
puerto de llegada, por esto este trabajo era muy demandado, no solo se accedía
al control de los puertos, sino que se recorrían los lugares mas variados.
Su primer día como
operador fue enlace al campo, tres habitantes de la simulación pasarían unos días
allí. Luego de dejarlos en destino, huroneo por el lugar, comprobando que los
puertos de salida y de llegada, al parecer eran iguales. Todos tenían a su lado
la zona laboral y la plaza de intercambio. Allí podían observarse algunas
variaciones propias de cada entorno.
Al regresar de su primer
viaje, lo esperaba Carla, nerviosa, expectante, estaba ansiosa por saber como
le había ido. - ¿Y bien? ¿Como fue ese enlace?.
-¡Muy bien! Muchas
gracias, estaba un poco nervioso al principio, pero todo mejoro cuando llegamos
a destino y los pasajeros no pudieron esconder su felicidad.
-Por supuesto, te espero,
luego del turno para festejar, le dijo, mientras le guiñaba un ojo.
-No perdería esa cita por
nada mundo, devolvió la gentileza con una sonrisa cómplice.
Volvió al trabajo y ya
tenia otro enlace a la espera, esta vez lo haría solo, trazo las coordenadas,
puso su mano para que el lector pueda reconocerlo y aprobar la salida, el visor
mostró un error, código coordenadas no autorizadas, verifique. Se presento el
supervisor, verifico el código y lo corrigió, -El código que introdujiste no
esta en tu nivel de autorización, ya lo resolví, podes ir por los pasajeros,
saludo cortésmente y los dirigió a la salida, las montañas lo esperaban.
Luego de terminar con su
labor, caminaba pensando en lo ocurrido, parecía entonces que había lugares a
los que no todos podían acceder, empezaba a entender que las cosas no eran tan
sencillas.
Se encontró con Carla, se
sentaron en la plaza y charlaron por largas horas, el dialogo era gratificante
y no noto que el tiempo pasaba. A medida
que se conocían, congeniaban, tenían mucho en común. Ella había sido pediatra,
y no había tenido hijos. Siempre puso su prioridad en su profesión, y aunque
había disfrutado de compañías masculinas esporádicas, nunca tuvo una relación
duradera.
En cuanto a Juanjo, por
primera vez hablo de su familia, tenia dos hijos, jóvenes cuando los dejo, su
mujer había muerto muchos años atrás, antes de la tecnología de recuperación.
No pudo ahondar mucho mas en su relato, sus emociones le jugaban una mala
pasada.
Quedaron en verse al día
siguiente, para entonces tendrían una cita con cena incluida, él la acompaño a
su casa. Al despedirse, ella lo beso casi descuidadamente, pero no pudo evitar
que sus mejillas se sonrojaran.
Otra vez en su casa, se sentó,
cerro los ojos y volvió a soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario