Presentación:

« Las palabras con las que nombramos lo que somos, lo que hacemos, lo que pensamos, lo que percibimos o lo que sentimos son más que simplemente palabras. Y por eso las luchas por las palabras, por el significado y por el control de las palabras, por la imposición de ciertas palabras y por el silenciamiento o la desactivación de otras, son luchas en los que se juega algo más que simplemente palabras..»

Jorge Larrosa

sábado, 12 de octubre de 2013

Heridas del hospital público

H
abían tomado ese fin de semana como excusa para el descaso y el reencuentro.
Tomaron la ruta temprano, desde que él bebe había nacido, no viajaban de noche, lo creían muy peligroso.

Cerca de un pueblito alejado de la civilización, conectado al mundo solo por esa calzada, un conductor que se dormía, una frenada brusca, el vehículo fuera de control, los neumáticos que chirriaban, el golpe, el estruendo, la oscuridad.
Luego todas fueron escenas cortadas.
La camilla, las corridas el fuerte olor a sangre, el dolor, otra vez la oscuridad.
La sala nueva, pero vacía, las enfermeras improvisando vendas con delantales. La desesperación, el dolor que no cesaba, no había analgésicos, la soledad. El olor de los cabellos de su niña.
Un joven doctor, lo miraba descorazonado, con bronca, no había con que hacer, no se lo podía trasladar, su rostro mostraba el exceso de horas necesarias para vivir de su mal pago trabajo, otra vez la soledad, la espera. La mirada de amor aquella tarde de juventud.
El sol entrando ahora por una rendija, las maquinas que lo monitoreaban fallaban, nadie las atendía, siempre fallaban, necesitaban mantenimiento, ruidos sordos, pasos, el dolor, otra vez la espera, se esforzaba para darles tiempo a llegar. ¿Dónde estaban?
El dolor que se va, los músculos que se relajan, el último aliento, los ojos cerrándose, esperando, su familia que no está.
Ahora el silencio, la enfermera lo contempla, una lagrima de impotencia que no llega a nacer, puños apretados, solo podía dedicarle esos minutos, debía reponerse y seguir.
Todo termino, se fue sin ruidos, anónimamente, se fue esperando, lastima,  nunca llego a saber que su familia hacia horas aguardaba por él.

Fin.-

1 comentario:

  1. Sí Leo, la cruel realidad y, en este caso, no la limito solo a nuestro país. Este tema da para una novela ¿Cuánto vale una vida...? ¿Tiene precio...? Abrazo

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