Presentación:

« Las palabras con las que nombramos lo que somos, lo que hacemos, lo que pensamos, lo que percibimos o lo que sentimos son más que simplemente palabras. Y por eso las luchas por las palabras, por el significado y por el control de las palabras, por la imposición de ciertas palabras y por el silenciamiento o la desactivación de otras, son luchas en los que se juega algo más que simplemente palabras..»

Jorge Larrosa

domingo, 15 de febrero de 2015

Relato salvaje

U
na tarde de calor, mucho calor, en el auto no se podía más. Ni siquiera el aire acondicionado refrigeraba una ambiente que parecía al rojo vivo.
Había seis vehículos en la cola, pero ya casi no tenía combustible, por lo que era imperativo esperar.
Esperar, parecía que todos estaban hechos de chicle y con el calor se pegoteaban entre sí y con los surtidores, así uno a uno iban pasando en cámara lenta.
Entonces, mientras todos seguíamos el orden, mientras todos nos cocinábamos como sardinas en nuestros habitáculos, mientras todos  respetábamos a los demás, llego él. Si, él. Ese pelado panzón, regordete vestido con el pantalón de gimnasia de las tres rayitas. Debo confesar que esa remera rosa resaltaba su bronceada cara de nada.
Este personaje, paso por nuestro lado, nos rodeó y se adelantó, tomando el primer turno en el surtidor de enfrente que desde nuestro lugar parecía cerrado, pero estaba totalmente operativo.
Cargo nafta con cara de satisfacción, ya que no solo logro el trámite sin esperar, fresquito como una lechuga, sino que literalmente libero sus eses sobre todos nosotros disfrutando cada empujoncito.

Yo conté hasta diez, más vale hasta veinte, y utilice una técnica muy efectiva para estos casos, cerré los ojos e imagine al imbécil saliendo muy contento después de su osada maniobra y recibiendo de lleno las cinco toneladas de un camión lechero. Me quede con la frase pintada en su parte posterior "Si te molesto, tocame el pito"

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